Accumbens


3 canales de vídeo digital (9:10 min en bucle, color, sin sonido), luces LED, motores
Dimensiones variables (pantallas de ø 95, 85 y 70 cm)
2023




Accumbens es una obra basada en la imagen en movimiento y de carácter site-responsive para la Sala Apolo, ya que toma en consideración la experiencia espaciotemporal que se da en la sala, enlazando varios vídeos de diferentes ámbitos.

Una sala dedicada al baile, a la experiencia sonora y visual, donde la percepción del tiempo se ve alterada en comparación con aquella cotidiana. Un espacio donde el tiempo fluye de otra manera, los cuerpos se destensan y se friccionan a la vez, como partículas que interactúan entre ellas haciendo y deshaciendo conexiones constantemente. Un lugar donde nuestro circuito de recompensa está muy activo, por diferentes estímulos, y un flujo de dopamina permea las conexiones sinápticas. Un circuito que está regulado por varios factores y que pasa por el núcleo accumbens, un grupo de neuronas del encéfalo que desempeña importantes funciones en el placer, desde la risa y la recompensa hasta el miedo, la agresión y la adicción.

La obra se presenta en tres canales y no es casualidad este número de pantallas. En investigaciones sobre la percepción del tiempo, el número tres es bastante frecuente. El lenguaje hablado se basa en una estructura rítmica de tres segundos y es sabido por los estudios clásicos sobre la memoria de trabajo que tres segundos es la duración media que podemos mantener algo en la mente sin apuntarlo o encontrar una manera en que la información pase a la memoria de larga duración.

Por otro lado, los vídeos son reproducidos en dispositivos que funcionan en base a la persistencia de la visión. Pocas líneas de luces led, girando en alta velocidad, son capaces de generar un estímulo lumínico que nuestro cerebro interpreta como una imagen completa debido a la persistencia del estímulo visual en la retina. Un rastro de luz que no se desvanece a tiempo y va sumando capas hacia nuestra visión.

Entre las imágenes, un gran ojo aparece en repetidas ocasiones para fijar la mirada y hacernos conscientes del acto de mirar y cómo este está asociado a nuestra percepción del tiempo. Otras imágenes, como la descripción visual del comportamiento de un fotón o un remolino de luz (superpuesto con una animación de una proteína involucrada en el ciclo circadiano), muestran la relación entre luz, movimiento, tiempo y percepción. Los artistas Hélio Oiticica y Loie Fuller aparecen como masas de color en el espacio, casi como esculturas en movimiento. El cuerpo de Bruce Nauman se convierte en unas manecillas de reloj a partir de sus famosas performances en el estudio con movimientos monótonos y repetidos. Y los clásicos Merce Cunningham y Trisha Brown puntúan el espacio con geometría y fluidez.

También vemos una mano que gesticula, que parece bailar en el aire o para el aire. Que cuenta una historia contenida en unos ojos cerrados. Este momento de suspensión en un espacio oscuro, vibrante. Dirá Emanuele Coccia: “Si escuchar música en un espacio exclusivamente definido para esta actividad (como en una discoteca) nos da tanto placer es porque nos permite asir la estructura más profunda del mundo, aquella que a veces los ojos nos impiden percibir. La vida en tanto que inmersión es aquella donde los ojos son los oídos. Sentir es siempre tocar, a la vez, a sí mismo y al universo que nos rodea”.

Y tocar también es dejar ser tocado, como por fotones que se desprenden de una bola de discoteca digital que se expande y se contrae, en un movimiento de respiración material que le deforma o le transforma hacia nuevas posibilidades. Miremos con los poros, bailemos con los ojos. Manos al aire.


Accumbens se presenta en el marco del programa ART MEETS APOLO

Creación, edición: Pedro Torres
Animaciones 3D: Desirée Quevedo Nieto
Vídeos e imágenes encontradas en Internet: libres de derecho / © sus autores