White While Holding the Future
Instalación con baldosas, tudo de cristal para neón, pigmento, hoja de Senecio Niveoaureus (árnica blanca), moqueta, piedra de sal, tubo plástico, pumita (piedra pómez), fósil, escáner, arcilla, tubos fluorescentes, cables
160 x 240 cm (grid base)
2020
White White Holding the Future es una instalación que reúne una serie de materialidades sobre una base reticular de baldosas blancas. Los objetos se relacionan entre ellos formalmente, conceptualmente y, sobre todo, temporalmente. Crean tensiones en este espacio-tiempo base de su devenir. Una hoja vegetal (árnica blanca), naturalmente recubierta por una capa protectora blanca, podrá convertirse en un futuro fósil. Un fósil real de una pequeña hoja, sobre piedra caliza blanca, de trece millones de años se muestra sobre un escáner, un aparato generador de imágenes (que perduran en el tiempo, así como el fósil también lo atraviesa). Una pequeña roca blanca no es más que una piedra de sal, que puede desaparecer fácilmente si disuelta en agua. En cambio, una pumita (piedra pómez) es una roca volcánica vítrea, se forma a partir de lava proyectada al aire que sufre una rápida descompresión y enfriamiento, lo que produce una desgasificación apareciendo espacios vacíos separados por finas paredes de vidrio volcánico. Una pieza de arcilla blanca adquiere su forma final al secarse a lo largo de un tiempo, resultado de la interacción entre la gravedad y la transpiración del material. Un plano rectangular (espacio-tiempo) de arcilla es deformado para provocar nuevos encuentros espacio-temporales. Finalmente, un tubo de cristal de neón dibuja una forma sinuosa entre dos cúmulos de pigmento como referencia a la transformación de los estados de la materia en el espacio-tiempo, así como a la dualidad onda-partícula de la mecánica cuántica. La instalación parte de un concepto concreto: el de agujero blanco (white hole). En la física matemática, el agujero blanco es una región hipotética del espacio-tiempo y una singularidad que funciona como un modelo de compensación temporal a los agujeros negros eternos. Si en un agujero negro la materia es atraída a su centro y una vez absorbida ya no puede escapar, en un agujero blanco, teóricamente, la materia y la energía concentradas dentro del mismo son expulsadas eventualmente. Así que materia y energía se concentran en un espacio-tiempo singular, donde se relacionan y disparan sus líneas temporales en varias direcciones.